Todos tenemos claro que habrá que cambiar muchas cosas para salir de esta crisis. Cambiar. Cambiar. Lo repito: cambiar.
- Ni lo podemos hacer de prisa y corriendo.
- Ni lo podemos hacer sin empezar a pisar sobre sólido.
- Ni tiene sentido que esperemos a que la solución entre por la puerta.
Activismo. Creo que tenemos que aprender a hacer, a hacer para el futuro, a hacer con coherencia, a hacer construyendo, a hacer entre todos. No sirve elucubrar, ¿qué perogrullada, verdad?
Hacer desplegar, hacer emerger la capacidad de hacer de muchas personas.
Una nueva forma de intervenir que se sumerja mucho más en la acción: impulsar iniciativas, buscar cómplices, hacer de puente, valorar lo que otros hacen e intentar cooperar y crear red entre todos, aportándonos unos a otros. Aportarnos mutuamente valor y riqueza, en lugar de entender nuestra relación con casi todo como una especie de competición, un "sálvese quien pueda" o un "que a mí no me pille". ¿Dónde está la alegría y el placer de relacionarnos, de construir juntos, de aprender?
Una iniciativa, una idea, tiene sentido, significado, potencia en la persona que la tiene, que la siente, en la persona para quien una frase en la que expresa la idea tiene contenido para estarte hablando de ello durante horas. ¿Qué le falta a esa persona? Contextos para poder pasar a la acción.
Sucede en todos los ámbitos: en las organizaciones, en las instituciones… Seguimos pidiendo que sigan aportando ideas a los de arriba para que aquellos decidan qué hacer con las ristras de ideas recopiladas. Y queremos más ideas, más, más… Me recuerda al avaro de El Principito.
Vamos a imaginarnos por un momento que entendemos la creatividad no como la posibilidad de generar ideas, sino como la capacidad de crear. No es nada raro, ¿verdad? Pero se nos olvida…
¿Y si de las instituciones y de las organizaciones generamos contextos para que las personas desplieguen su creatividad, su capacidad de crear? ¿No avanzaríamos hacia un mundo radicalmente distinto?
¿Por dónde empezamos?
- Ni lo podemos hacer de prisa y corriendo.
- “La principal urgencia de las democracias contemporáneas no es acelerar los procesos sociales sino recuperar el porvenir. Hay que volver a situar al futuro en un lugar privilegiado de la agenda de las sociedades democráticas. El futuro debe ganar peso político.” ("Recuperar el porvenir", Innerarity, 17-05-09)
- Ni lo podemos hacer sin empezar a pisar sobre sólido.
- "no entendiendo lo evidente, por no ser "aparentemente" lógico, ni políticamente correcto, hemos llegado a donde hemos llegado: al desastre de nuestra civilización, que con todo mimo tratamos de paliar con paños calientes. Vamos, de una vez por todas, a sumergirnos en los debates conceptuales, en los diálogos ideológicos, en la construcción de nuevos conceptos, por mucho que nos digan que "eso" es teoría y que "qué pasa con la práctica". Practicando sin cesar, como hacendosas hormiguitas, hemos dejado en manos de no sabemos quién el curso de nuestras historias..." (Alfonso Vázquez, comentario en este blog, 17-05-09)
- Ni tiene sentido que esperemos a que la solución entre por la puerta.
Activismo. Creo que tenemos que aprender a hacer, a hacer para el futuro, a hacer con coherencia, a hacer construyendo, a hacer entre todos. No sirve elucubrar, ¿qué perogrullada, verdad?
Hacer desplegar, hacer emerger la capacidad de hacer de muchas personas.
Una nueva forma de intervenir que se sumerja mucho más en la acción: impulsar iniciativas, buscar cómplices, hacer de puente, valorar lo que otros hacen e intentar cooperar y crear red entre todos, aportándonos unos a otros. Aportarnos mutuamente valor y riqueza, en lugar de entender nuestra relación con casi todo como una especie de competición, un "sálvese quien pueda" o un "que a mí no me pille". ¿Dónde está la alegría y el placer de relacionarnos, de construir juntos, de aprender?
Una iniciativa, una idea, tiene sentido, significado, potencia en la persona que la tiene, que la siente, en la persona para quien una frase en la que expresa la idea tiene contenido para estarte hablando de ello durante horas. ¿Qué le falta a esa persona? Contextos para poder pasar a la acción.
Sucede en todos los ámbitos: en las organizaciones, en las instituciones… Seguimos pidiendo que sigan aportando ideas a los de arriba para que aquellos decidan qué hacer con las ristras de ideas recopiladas. Y queremos más ideas, más, más… Me recuerda al avaro de El Principito.
Vamos a imaginarnos por un momento que entendemos la creatividad no como la posibilidad de generar ideas, sino como la capacidad de crear. No es nada raro, ¿verdad? Pero se nos olvida…
¿Y si de las instituciones y de las organizaciones generamos contextos para que las personas desplieguen su creatividad, su capacidad de crear? ¿No avanzaríamos hacia un mundo radicalmente distinto?
¿Por dónde empezamos?
17 comentarios:
Con la boca abierta me he quedado. La cierro y me pongo a hacer
A mí me has hecho empezar el día con una sonrisa :-)
Una máquina puede generar ideas, por fuerza bruta, por simple iteración/combinación de conceptos, para alimentar las ansias de todos los políticos del mundo de aquí a la eternidad (gran película). Y mientras los políticos discuten la conveniencia de todo ello... el mundo cambia y es necesario volver a alimentar a la máquina. El proceso creativo es un acto de rebeldía, de ruptura, siempre, con los matices que quieras adaptados a los carismas de cada uno. ¿somos suficientemente "rebeldes" para ser creativos? Bajo ese punto de vista, no entiendo cómo se puede sistematizar el proceso creativo.
La creatividad exige recursos. Pero hoy el día el problema no está tanto en la existencia de recursos, sino en las rigideces del sistema y de sus actores que impiden o limitan el proceso creativo.
Comparto totalmente tu comentario. Se trata de liberar contextos estructurales de dos tipos: en lo relativo a lo articulado en las organizaciones y otros tipos de sistemas de relación, y en lo relativo a nuestros modelos mentales, para poder desplegar mayor capacidad creativa. Y necesitamos "rebeldes" que vayan por delante, que derriben esas barreras... Gracias y un saludo, Quien tu ves
Y necesitamos "rebeldes" que vayan por delante, que derriben esas barreras...
Como hablábamos ayer, Maite, para mi esto sigue siendo el mismo modelo, el "lider" o el "rebelde" son las dos caras de una misma moneda, la moneda del sistema imperante.
¿Por qué la gente -en general, sin buscar lo excepcional o modélico- no quiere ser más libre? ¿Tanto miedo tenemos? ¿Tanto nos hemos deformado?
Importantísimo crear escenarios y contextos.
Más importante aún es que las decisiones sobre lo creado se tomen allí donde van a impactar despúes.
Pero más importante aún es que todas las personas de la organización tengan el mismo concepto enriquecido de lo que supone la creatividad, la innovación, etc.
Estamos corriendo el riesgo de de matar estos conceptos de tanto usarlos...
Ricardo: hace un par de siglos saber leer significaba tener una mente más abierta y, con ello, ser más libre. Ahora que todo el mundo sabe leer, las personas mayoritariamente ponen su punto de atención en otras cosas, no persiguen la libertad que la apertura mental a través de la cultura puede dar, sino que parece que buscan aquello que te ata al sistema.
A veces pienso: ¿y si hubiera algún tipo de extraña ley sociológica que exija para cada colectivo que sólo una pequeña parte de los individuos sean libres y el resto funcione de una manera de búsqueda de seguridad y comodidad que el grupo proporciona de la forma que sea? Esta perspectiva me abate, porque si esto es así todas las luchas (de rebeldes o líderes o activistas o intelectuales o personas tenaces) pierden sentido: el sistema se retorcerá hasta buscar nuevas formas de atadura desde la nueva apariencia de libertad. Porque la lucha siempre busca libertad: para la mujer, para el pobre, para el inmigrante, para el homosexual...
Pero esta perspectiva es tan desoladora que prefiero no pararme ahí... Quizá haya formas sociales donde frente a otras, más personas pueden desplegar su libertad... Yo tengo la convicción de que querer la libertad de los otros es legítimo, tengo derecho a quererla aunque ellos no la quieran. Si los que me rodean son más libres yo también lo seré, ¿no? Además otros más sensibles que yo pueden luchar por mi libertad, antes de que yo empiece a sentir siquiera esa necesidad, ese deseo, esa carencia.
Perdona el rollo, ai ama!
Silvia, me quedo sin espacio para re-comentarte. ¿Y si pasaras estos comentarios a una pequeña reflexión para el Google Groups? Creo que puede dar juego, a mí al menos sí...
Gracias y besos a los dos.
Cuidado Maite que te pierdes... éste último párrafo me recuerda a la visión de los misioneros evangelistas de antaño.
Te propongo la lectura de "En defensa de la intolerancia" de Slavoj Zizek y hablamos...
De todas formas, si tú conoces el camino sin perderte, muéstranoslo a todos, ¿no?
Un ejemplo de a lo que me refiero es que por mucho que la gente "quiera" telebasura no creo que sea lo que habría que financiar con dinero público... La telebasura no es inocua, sino un mecanismo de poder del sistema imperante, de su perpetuación.
En muchos de nuestros debates hay un problema de fondo que puede dificultar, no sólo su comprensión, sino su orientación a la acción. Me refiero a que la lógica del sistema imperante (del capitalismo) tiene una modalidad muy importante: Es subyacente a nuestras vidas y relaciones, se presenta como “natural”, transhistórica, objetiva, de forma que escapa a nuestra capacidad para detectarla y desentrañarla. En palabras de Postone, “Debería mostrarse cómo la gente, actuando sobre la base de formas de aparición que disfrazan las estructuras subyacentes esenciales del capitalismo, reconstituye esas estructuras subyacentes. Esta exposición debería mostrar además cómo estas estructuras, en tanto que estructuras mediadas por sus modos de aparición, no sólo constituyen prácticas que son socialmente constituyentes, sino que lo hacen de un modo que proporcionan una dinámica determinada y unos límites particulares a la sociedad como un todo.”
Esto lo traigo a colación por el debate sobre la libertad en este post; no voy a entrar en ello, pero sí recordar que hace casi cien años, Don Vladimir lanzó una inquietante pregunta que escandalizó a los “demócratas”: “Libertad, ¿para qué?”
Zizek!! ¿hasta donde basáis vuestras reflexiones en él? ¿creéis en serio que todos los fenómenos políticos y culturales en la sociedad se explican como consecuencia de su organización económica? ¿compartís su visión de un estado fuerte y su idea de usar la "imparcialidad" como arma contra lo que podríamos llamar "impulso vital" de la sociedad? Ay, esto va a ser muy largo. Mejor será que me calle y me dedique a leeros una temporada, a ver si os pillo el punto y participo en lugar de interrogar. Mientras sí que buscaré algo de Postone para leer, porque la cita de Alfonso se ajusta a mi propia visión de las cosas. Y se aleja bastante de la visión de Zizek (en esto y en casi todo). Saludos y hasta pronto.
“Quien tu ves”, ya que amablemente te ofreces a participar en un futuro próximo, te pediría un favor por adelantado: ¿Podrías ilustrarme indicando de dónde has deducido tus afirmaciones sobre Zizek? Es pura curiosidad intelectual...
Y en contrapartida, otro favor por mi parte: Tal como expresas tus ideas, ahórrate el esfuerzo de búsqueda de Postone, te va a decepcionar. Postone es uno de los más firmes –y sólidos- argumentadores de la idea de que en el capitalismo –no ha sido así en otras sociedades- todas las relaciones sociales vienen mediadas por la forma trabajo (abstracto), por el fetiche de la mercancía, y por la (artificial) identidad valor de cambio-riqueza social.
Uf... si antes digo que no quiero alargarme... pero veamos, si Zizek es marxista y jacobino, las ideas básicas están ahí. ¿no? mmm... no recuerdo qué leí ni donde... sobre su forma de entender la imparcialidad del estado.... trataré de hacer memoria. Por otra parte, lo siento, no estoy acostumbrado a mantener este tipo de argumentaciones y me cuesta mucho explicar porqué estoy a favor de unas ideas y en contra de otras. Por ejemplo, Zizek me parece más subversivo, mientras que el fragmento de Postone me suena más "disruptivo". Por ejemplo, según tu comentario, Alfonso, Postone se centra en la mercantilización de las sociedades capitalistas, algo en lo que estoy bastante de acuerdo. Pero es Zizek extiende esa visión, de forma pesimista, a mi modo de ver, a cualquier organización social actual, como consecuencia de la globalización ( y tal vez para que ésta se produzca). Otra cosa de Zizek que no me gusta es lo que yo entiendo como defensa del populismo, y apoyar la forma en que Chávez consigue politizar las clases más desfavorecidas. Recuerdo que esto último lo leí hace ya un tiempo en una entrevista que le hicieron para la revista del Círculo de Bellas Artes de Madrí.
Visto, “Quien tu ves”, y gracias por responderme. Creo que hay que tener mucha precaución para juzgar y calificar a nadie sin conocerle con suficiente profundidad. Evidentemente, el término “marxista-jacobino” es un oxímoron, pero ya comentas que apenas conoces a Zizek. Y, por otra parte, lo que yo explico de Postone tiene muy poco que ver con la “mercantilización” de la sociedad capitalista, estamos hablando de otra cosa... O sea, que tienes una ventaja, puedes aprender mucho todavía.
En los post anteriores me metía en unos jardines tremendos así que los borré. Ya sé que puedo aprender, lo que no sé es si quiero. Hay demasiadas cosas interesantes ahí fuera y sólo tengo una cabeza ;)
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